Si queremos mejorar el comportamiento energético de un edificio siempre es recomendable hacer un buen estudio previo. Si se plantean soluciones estándar para todos los edificios difícilmente podremos decir que estamos optimizando los recursos invertidos. Para hacer un buen análisis del edificio hay que disponer de información de las instalaciones y de los elementos constructivos, que no siempre es fácil de obtener.