El Park Güell de Barcelona se diseñó con el objetivo de aprovechar al máximo el agua de la lluvia con el objetivo de convertir lo que se llamaba la "Monte Pelado" en una zona llena de vegetación. Por otra parte Terrassa dispone de un ingenioso sistema para aprovechar las aguas del nivel freático sin la necesidad de utilizar bombas para su extracción. Los dos sistemas siguen funcionando hoy en día, aunque sea parcialmente, lo que demuestra su utilidad y vigencia.